Desventajas de compartir bicicletas

1. Es más barato que el tránsito o el alquiler de autos
Si visita una ciudad con bicicletas compartidas durante unos días, el sistema de bicicleta es probable que sea más barato que alquilar un automóvil o usar el transporte público. Por ejemplo, un pase para bicicletas compartidas de tres días cuesta $ 17 en Washington, D.C., mientras que un pase ilimitado de 24 horas cuesta $ 10 en Boston. Es probable que un coche de alquiler en cualquier ciudad cueste al menos $ 25 por día, mientras que un pase de tránsito ilimitado de Boston por un día cuesta $ 12. Si puede evitar incurrir en tarifas de uso excesivas, saldrá adelante con una bicicleta compartida.

2. Es una buena manera de mostrar a los visitantes
Si está sirviendo como enlace en su ciudad para amigos de fuera de la ciudad, su local programa de bicicletas compartidas podría ser una forma conveniente y rentable de mostrarles los lugares de interés.

A menos que esté abrazando el arcén de una carretera concurrida mientras pasan los autos, andar en bicicleta es menos estresante que conducir o tomar el transporte público, particularmente en áreas congestionadas. Y si desea explorar un parque extendido o un paseo marítimo, es probable que una bicicleta sea más eficiente, especialmente si el estacionamiento es costoso o difícil de encontrar o las distancias son demasiado grandes para caminar en un período de tiempo razonable.

3. Elimina la necesidad de tener una bicicleta personal
Si su ciudad tiene un programa de bicicletas compartidas durante todo el año, o si está dispuesto a encontrar otras formas de moverse durante la temporada baja, compartir bicicleta podría ser un reemplazo legítimo para una bicicleta personal.

El costo de una membresía anual de bicicletas compartidas podría ser más bajo de lo que gastaría cada año en mantenimiento y reparaciones para un viaje personal, dependiendo de la calidad de su bicicleta, qué tan difícil la maneja y qué tan bien se cuida eso. Si puede evitar o minimizar las tarifas de uso, podría salir adelante sin sacrificar la movilidad y la libertad que conlleva tener dos ruedas a su disposición.

4. No estás conectado a tu bicicleta
Admiro a los intrépidos viajeros que viajan en sus propias bicicletas al autobús o al tren, lo enganchan a la parte delantera del vehículo de tránsito y luego van en bicicleta desde la parada hasta su destino, sin importar el clima. No importa cuán fáciles de usar sean los estantes para bicicletas del autobús o cuán espaciosas sean las cabinas del tren, sigue siendo un proceso incómodo y lento. Y cuando llegue a su lugar de trabajo, probablemente necesite un candado para asegurarse de que su bicicleta todavía esté allí al final del día.

Por el contrario, los programas de bicicletas compartidas a menudo tienen centros cerca de las principales paradas de tránsito, lo que hace que sea más fácil andar en bicicleta hasta su parada, dejar la bicicleta y subir al vehículo sin obstáculos.

5. Es una gran opción para ciclistas ocasionales
El uso compartido de bicicletas no es el arreglo de viaje ideal para todos, pero es difícil argumentar que no es útil para los conductores ocasionales. Es una propuesta especialmente poderosa para las personas que no poseen sus propias bicicletas pero disfrutan pedaleando en los días agradables.

El uso compartido de bicicletas también es una alternativa sólida a un automóvil. Si desea visitar un parque o punto de referencia en un agradable día de fin de semana, puede subirse a una bicicleta y llegar en menos tiempo del que tomaría caminar, y con más libertad de la que tendría en un automóvil o autobús.

Y las bicicletas pueden ir más allá de los vehículos que funcionan con gasolina en parques y otros lugares interesantes, como áreas históricas estrechas donde el estacionamiento es difícil o imposible. Esta es una ventaja clave si eres un ciclista de buen tiempo: alguien que salta sobre dos ruedas para hacer turismo en algunos días de fin de semana realmente agradables por año.

6. Es más saludable que conducir o viajar en tránsito
Ya sea que sea su principal medio de transporte o una forma ocasional de desplazarse de un lugar a otro, andar en bicicleta es más saludable que conducir o viajar en tránsito. Quema más calorías, desarrolla más músculos y, en general, te hace sentir mejor. Si se compromete a usar su programa local de bicicletas compartidas regularmente, podría reducir o eliminar por completo esos viajes incómodos al gimnasio, trotar dolorosamente por el vecindario o peleas incómodas con equipos de ejercicio en el hogar.